Win Tin Foto: Reuters
Win Tin Foto: Reuters
El periodista, político, poeta, escritor y activista U Win Tin nació el 12 de marzo de 1929 en la antigua Birmania, hoy conocida como el territorio de Myanmar. Su juventud se vio claramente influenciada por los movimientos sociales emergentes en el país del sudeste asiático y por eso rápidamente se involucró con iniciativas estudiantiles y asociaciones de escritores de ese país.
Como periodista siempre se mostró crítico frente al abuso de poder en el régimen que regía en su pueblo, e hizo clara su postura de promover una oposición pacífica a las autoridades socialistas de Birmania, dirigidas por Ne Win. Su trabajo provocó revueltas y manifestaciones en contra del gobierno de turno y en favor de la defensa de los derechos humanos y las libertades individuales, pero el resultado del activismo social trajo consecuencias contrarias a las esperadas.
En 1989, tras las revueltas que reclamaban la apertura del país a la economía global, el general Saw Maung se hizo cargo del mandato e instauró una dictadura militar venía fraguándose desde 1962 y que hoy aún persiste. La dictadura de “el puño de hierro”, como es conocido el régimen de este país, ha hecho de Birmania una de las naciones menos legítimas a nivel internacional y con menor garantías para ejercer la profesión periodística.
Justo en 1989, un año después de que la Liga Nacional de la Democracia, partido opositor del régimen liderado por la premio Nobel de Paz Aung San Suu Kyi, y asesorado por U Win Tin, ganara las elecciones en Birmania y que la victoria no fuera reconocida por la dictadura, el periodista fue puesto en prisión por el delito de “distribuir propaganda gubernamental”. Tin fue condenado a diez años en la cárcel.
En 1992, su pena fue prolongada por tres años y, en 1996, tras intentar difundir algunos escritos que denunciaban las violaciones a los derechos humanos cometidas al interior del centro penitenciario, U Win Tin la pena se aumentó con siete años más de cárcel por “publicación clandestina de propaganda para incitar al amotinamiento en prisión”. La carta enviada a la comunidad internacional por U Win Tin llevaba el título “Testimonios de presos de conciencia de la prisión de Insein encarcelados injustamente, exigencias y peticiones en relación con las violaciones de derechos humanos cometidas en Birmania”.
Desde entonces, su situación en la cárcel empeoró. U Win Tin fue encerrado en una celda para perros militares, sin cama, y no se le proporcionó alimento ni agua, ni se le permitió la visita de sus familiares durante largos periodos. Las condiciones de salud del periodista se deterioraron debido a las precarias condiciones del lugar y a las constantes amenazas de tortura que debieron padecer él y otros presos políticos.
El 3 de mayo de 2001, con U Win Tin aún en prisión, fue entregado el Premio Mundial de Libertad de Prensa Unesco/Guillermo Cano. El jurado reconoció la labor del periodista birmano por “defender las libertades individuales y los derechos humanos, pilares fundamentales de las sociedades modernas y de la democracia”, y se mostró firme en la “lucha para que U Win Tin y los demás presos políticos en Birmania recuperen su libertad”.
En los años siguientes, la salud del periodista se agravó, la espondilitis y una afección cardiovascular sufridas en prisión obligaron a mejorar sus condiciones de vida en prisión, a lograr que fueran menos indignas, pero en 2006, cuando se negó a realizar trabajos forzosos, Tin fue llevado de nuevo a una celda diminuta y aislado del resto de los presos.
El 23 de septiembre de 2008, dentro de un proceso de amnistía del régimen militar con 9.002 presos políticos por haber mostrado “buenos modales morales” ante la celebración de elecciones en 2010, U Win Tin recuperó su libertad y ahora se recupera de las huellas de la censura y de la prisión