Jesús Blancornelas
Jesús Blancornelas
San Luis de Potosí, un pueblo ubicado en pleno altiplano mexicano, vio nacer en 1936 a Jesús Blancornelas, un periodista que comenzó escribiendo crónicas deportivas en los periódicos más importantes del norte de México desde el año 1956, y que finalmente dedicó su vida a desentrañar el fenómeno del narcotráfico y su incidencia en la sociedad mexicana de fines del siglo XX.
Ya en Baja California, donde se radicó desde 1960 hasta la fecha de su muerte en 2006, Blancornelas dirigió diarios en Mexicali y Tijuana. Allí aprendió todo lo necesario para fundar, en 1977, el periódico Abc, medio que él consideraba como “un periódico para periodistas”. A pesar de la buena fe del proyecto, intereses políticos de Roberto de Madrid -gobernador de Tijuana- obligaron al cierre del diario en 1979 y al exilio del periodista.
Ante la imposibilidad de trabajar en su país y de conocer la realidad desde adentro, Blancornelas decidió establecerse en San Diego y montar, junto con su eterno compañero El Gato Felix Miranda, el semanario Zeta, una publicación dedicada a reportajes e investigaciones periodísticas sobre corrupción y narcotráfico.
Las insistentes investigaciones y revelaciones del semanario hacían que la vida del periodista estuviera en inminente peligro. Sus crónicas eran tan polémicas que la gente de toda Baja California esperaba semana para leerlas y se abarrotaba en los expendios del periódico, mientras que la alta sociedad mexicana se incomodaba cada vez más con las explosivas denuncias que desde tierra estadounidense hacía y los decididos ataques del periódico al gobierno local y nacional por sus nexos con el crimen organizado.
A pesar de persecuciones y censura, Zeta continuó ayudando a la concientización del pueblo mexicano sobre su realidad. La columna “Un poco de algo” se dedicaba a cuestionar las acciones de varios políticos del Partido Revolucionario Institucional y a denunciar las conductas corruptas de los dirigentes locales.
El primer viernes de noviembre de 1997, el semanario publicó la carta de “una madre desconsolada” que condenaba al narcotraficante Ramón Arellano Félix como autor de la muerte de sus dos hijos, y denunciaba a varios miembros de la organización ilegal que dominaba esta zona del país. Las cosas se complicaron para Blancornelas y su equipo de trabajo, las amenazas no se hicieron esperar y el miedo se apoderó de la redacción.
El 21 de noviembre de ese mismo año, cuando él y su escolta se dirigían al aeropuerto, un joven de 25 años disparó en repetidas ocasiones al carro en que se movilizaban; Blancornelas recibió cuatro disparos que increíblemente no le causaron ningún daño, pero su escolta murió tras recibir 38 impactos de bala.
Desde entonces, el periodista se consagró como una figura del periodismo mexicano reconocida a nivel mundial, y los galardones no tardaron en llegar. El 3 de mayo de 1999 recibió el Premio Mundial de la Libertad de la Prensa Unesco/Guillermo Cano por “poner en riesgo su vida con el fin de ejercer su libre derecho a la libertad de prensa e información, así como por denunciar y contribuir a la democracia de un país como México”.
A pesar de que las amenazas no cesaron, y que muchos de sus colaboradores fueron asesinados en ejercicio de su labor periodística, sólo un cáncer de estómago pudo acabar con su vida. El 23 de noviembre de 2006, Jesús Blancornelas falleció en el Hospital del Prado de Tijuana tras sufrir de dolencias crónicas desde meses atrás.
Entrevista con Jesús Blancornelas, publicada por Bibliálogos en noviembre de 2006 Leer más
Apartes del libro “Conversaciones privadas”, de Jesús Blancornelas Leer más
Crónica de Jesús Blancornelas. “Crónicas de una prisión donde el narco manda”, publicada por “La Insignia” en febrero de 2005 Leer más