Todos fuimos cobardes, menos él, que parecía tan tímido. Los periodistas, temerarios a la hora de criticar a una actriz de telenovela o de vapulear a un jugador de fútbol, nos morimos del susto cuando aparecieron los narcotraficantes. Menos él, que se murió de verdad. Mañana sábado se cumplen 25 años de su asesinato.