La Asociación Bielorrusa de Periodistas (BAJ por su sigla en inglés) surgió durante el otoño de 1995. Dos años después, se unió como miembro asociado a la Federación Internacional de Periodistas (FIP) y en 2013 se convirtió en miembro con pleno derecho.
Esta organización, que define como su labor principal la de proteger los derechos e intereses legítimos de sus miembros ante agencias gubernamentales y organizaciones internacionales y ayudarlos a alcanzar las condiciones necesarias para sus actividades y desarrollo profesional, ha padecido múltiples formas de persecución.