El ranking mundial de libertad de prensa que realiza cada año Reporteros Sin Fronteras (RSF) indica que, en 2024, las autoridades políticas se han convertido en el actor que más pone en riesgo la labor informativa en sus países.
Para realizar esta clasificación, RSF hace un análisis cuantitativo según los ataques contra los medios y profesionales de medios, en el ejercicio de su labor; y un estudio cualitativo, a partir de un cuestionario que responden especialistas en libertad de prensa en cada país. Esta información da lugar a una calificación de 0 a 100, donde cien refleja un alto grado de libertad.
Sobre cada país se tienen en cuenta cinco indicadores: el de seguridad, que mide la posibilidad que tienen los periodistas para recabar y difundir información sin que eso implique el riesgo de sufrir daños físicos o psicológicos, o perjuicios profesionales; el económico, que evalúa los obstáculos o limitaciones financieras que afrontan los medios de comunicación; el factor sociocultural, que analiza qué tanto las presiones sociales y condiciones de género, clase, etnia o religión entorpecen el libre ejercicio periodístico; el aspecto legislativo, que estudia el marco legal en asuntos como censura, protección de fuentes e impunidad de la violencia contra periodistas; y el indicador político, que revisa el grado de apoyo y respeto a la autonomía de los medios frente a las presiones políticas.
Este último, precisamente, fue el que más descendió en el análisis mundial. Bajó 7,6 puntos con respecto a 2023, lo cual es preocupante si se tiene en cuenta que los Estados tienen el deber de prevenir, investigar y sancionar toda violación de los derechos humanos, y asegurar a las víctimas una reparación adecuada.
RSF llamó la atención sobre las implicaciones de esta situación en el mayor año electoral de la historia mundial. De hecho, el contexto electoral de este año en Venezuela ha dejado múltiples ataques a la libertad de prensa, con nueve trabajadores de medios detenidos y otra serie de obstáculos al flujo de información.
Los regímenes políticos autoritarios, los altos niveles de impunidad y los contextos como las guerras, en los que hay constantes violaciones a los derechos civiles, sociales y políticos, son algunas de las principales causas de la violencia contra periodistas, como se refleja en los análisis regionales y nacionales que hace RSF.
En el sitio web de Reporteros Sin Fronteras se puede consultar el análisis completo y el mapa de la clasificación.