Publicado por Julibe en 2 marzo, 1979 Cuando conocimos el texto de la insólita carta del señor general ministro de Defensa de Colombia, Luís Carlos Camacho Leyva, a un catedrático de una universidad de los Estados Unidos -y decimos insólita por sus términos descomedidos cuando no ofensivos que hacían evidente contrate con los comedidos y respetuosos de la comunicación a que se daba respuesta